Con la llegada del calor la pregunta es inevitable… ¿hacer ejercicio o deporte con calor es malo? La respuesta es depende. Y es que esto depende en gran medida de las condiciones en las que se haga y de las precauciones que se adopten.

Si eres una de esas personas que no está dispuesta a abandonar sus hábitos físicos a pesar del calor, debes tener en cuenta una serie de condiciones.

En primer lugar, es necesario ser consciente de cuando parar, es decir, identificar las señales que envía tu cuerpo para avisarte de que tu salud puede correr peligro. Los principales síntomas que sirven de alerta son:

• Pérdida de eficiencia
• Mareos y pérdidas de equilibrio
• Dolor de cabeza
• Agotamiento
• Sensación de sed
• Confusión

Ante alguno de estos síntomas debe interrumpirse el ejercicio de inmediato, hidratarse e incluso darse un baño de agua fresca (no fría). Es necesario tener en cuenta que estos síntomas pueden aparecer también después de haber terminado el ejercicio. Si es necesario pide asistencia médica.

Por otro lado, a pesar de los posibles efectos negativos, si el ejercicio se lleva a cabo en condiciones controladas y seguras no tiene por qué causar perjuicios. Algunos consejos a tener en cuenta a la hora de realizar ejercicio con temperaturas elevadas son:

• No realizarlo en las horas centrales del día, sino a primera hora de la mañana o a última de la tarde.
• Buscar lugares aireados y con sombra.
• Beber abundante agua para evitar la deshidratación.
• Usar ropa ligera y transpirable.
• Protegerse de los rayos directos del sol (gafas, gorra, protector solar…).
• Reducir la intensidad.

Siguiendo estos consejos es posible realizar ejercicio en condiciones calurosas, no obstante es necesario tener en cuenta las consecuencias que conlleva y estar atentx a cualquier síntoma que pueda anticipar algo mayor.