De la mano de nuestro fisioterapeuta y osteópata, Alberto González, abrimos una nueva sección en nuestro blog en el que hablaremos de la importancia del deporte, de la higiene postural y muchas otras curiosidades sobre fisioterapia. En el post de hoy abordaremos el core, ¡echa un vistazo!
El core es un anglicismo que hace referencia a núcleo o centro. Como concepto, desde el punto de vista deportivo y de la fisioterapia, el core es una unidad funcional compuesta por los diferentes músculos, estructuras óseas y articulares que se encuentran entorno a nuestro centro de gravedad. La musculatura del core la componen dos subsistemas: el intrínseco y el conector.
El subsistema intrínseco lo forman el diafragma en la parte superior, el suelo pélvico en la inferior, los multífidos en la parte posterior y cerrando este cilindro imaginario, anterior y lateralmente el transverso del abdomen.
Estos músculos tienen la particularidad de activarse conjuntamente generando el verdadero núcleo del cuerpo, siendo el transverso el musculo clave que cierra el cilindro y actúa como una faja abdominal.
El subsistema conector como su nombre indica conecta este núcleo a las extremidades.
Después de esta información, ¿sabes cual es la función principal del core? Pues nada más que aportar estabilidad al tronco y transferir fuerza hacia las extremidades. De manera secundaria, también puede generar movimiento. Por este motivo es fundamental trabajar el core, pero a la hora de este trabajo no hay ejercicios mejores o peores siempre que prioricemos su función principal y, por supuesto, adaptando el nivel a cada persona.
¿Cómo entrenamos el core?
Con ejercicios que comprometan la estabilidad y tengamos que evitar el movimiento. Los llamados ejercicios anti extensión, anti flexión y anti rotación. También con ejercicios explosivos (lanzar o empujar) e implosivos (frenar) y ejercicios dinámicos en los que trabajamos más la transferencia de fuerzas.
Estos tienen la gran ventaja que se pueden adaptar a cualquier tipo de condición física. Desde lo más básico a lo más avanzado ya que las posibilidades en la progresión son infinitas.
Respecto a los abdominales clásicos tipo Crunch abdominal, se pueden hacer de manera secundaria sin abusar en las repeticiones y dentro de un plan bien estructurado. Un gran número de repeticiones no solo aumenta la presión mecánica en los discos lumbares sino que también compromete el equilibrio de la musculatura intrínseca por el aumento de la presión intra-abdominal dirigida hacia el suelo pélvico. Incluso pocas repeticiones mal ejecutadas pueden ser lesivas, aunque no tengamos molestias.
Pongamos un caso más claro, es como un tubo de pasta de dientes cuando lo intentamos aprovechar, sin tapón la fuerza se dirige hacia suelo pélvico, vísceras y sistema suspensorio o con tapón el tubo se abomba, falla el transverso del abdomen. Todo esto tiene mayor relevancia en las mujeres por las diferencias anatómicas.
Antes de realizar cualquier entrenamientos es importante que preguntes a tu monitor o fisioterapeuta de confianza.
¿Qué beneficios nos aporta tener un buen core?
Lo primero, tener una mejor postura corporal tanto estática, como dinámica: también descargar la parte baja de la espalda así como evitar lesiones y un mejor desempeño en cualquier tipo de actividad, ya sea deportiva o de la vida diaria.
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