Si se pretende jugar al pádel durante el verano no sólo es importante cuidar el cuerpo, sino que también hay que prestar atención a la pala. Durante la temporada estival las palas pueden sufrir cambios o alteraciones negativas a causa del calor. Uno de los errores más frecuentes que propician estas alteraciones es dejar la pala en el maletero del coche, el cual puede alcanzar temperaturas de hasta 50 grados.

El calor puede provocar que la pala de pádel pierda sus propiedades, haciéndola más blanda, menos precisa y menos potente. Además, el calor puede mermar la resistencia de la pala, haciéndola más proclive a una rotura. Estos cambios también condicionarán gravemente el juego, pues la pala que se adaptaba a tu juego y que conocías a la perfección, ahora se comporta de manera diferente. De hecho, algunos jugadores profesionales incluso han llegado a meter sus palas en la nevera durante algún momento de torneos outdoor con el objetivo de que la pala no sufriera daños por las altas temperaturas.

Para evitar que el calor afecte a la pala existen una serie de consejos básicos que enumeramos a continuación:

• No abandonar la pala en el maletero si el coche va a estar sometido a altas temperaturas o expuesto al sol durante horas.
• No dejar la pala en el salpicadero o bajo los cristales, pues estos actúan como lupa.
• En casa, procura guardar la pala en algún lugar seco y aireado, evitando ponerlas encima de radiadores u otros aparatos similares.
• Utilizar paleteros o mochilas, especialmente con compartimentos térmicos.
• Intentar dejar la pala en la sombra cuando estamos en el exterior.

Siguiendo estos consejos es posible evitar los posibles efectos negativos del calor en la pala de pádel y mantenerla en perfectas condiciones durante la época de verano.