Nuestras rutinas se han roto por completo. El gimnasio, los eventos, las quedadas y demás han pasado a un segundo plano para prevenir la propagación de la COVID-19. Sabemos que estas circunstancias hacen que sea más difícil mantener la motivación para entrenar desde casa, pero no hay ninguna excusa para intentar mantenerse activo y hacer un poco de ejercicio.
Está claro que el clima no es el mejor y por eso de la mano de nuestro monitor y licenciado en Ciencias del Deporte y de la Educación Física, Jose Penas, te vamos a dejar una serie de razones por las que deberías seguir o empezar, si todavía no te has animado, a hacer ejercicio desde casa. Por aquí te las dejamos:
Razón 1: Podrás mantenerte en forma (aunque hagas menos volumen del habitual)
Puede sonar obvio, pero si paras tu actividad totalmente perderás forma física y cuanto más dure esa pausa más forma perderemos. Todos somos conscientes de eso y puede que nos cause cierta ansiedad, pero conservemos la calma, no todo es malo. Una parada como esta puede ayudarnos a recuperarnos de alguna lesión o de un alto ritmo de entrenamientos, a descubrir otras disciplinas del fitness que nunca habíamos practicado, a indagar en Internet otros deportes por los que tengamos curiosidad… ¡Es el momento de probar cosas nuevas! Hay evidencia de que un poco de entrenamiento semanal retrasa la pérdida de forma física más del que pensamos por lo que incluir en tu día a día, por lo menos, 30’ de actividad física (3 a 5 veces por semana), y que una parte de esa actividad sea de alta intensidad (siempre que no exista ninguna contraindicación para eso). Lo primero que se pierde es la velocidad pero la resistencia perdura más tiempo. De forma que tenemos que procurar mantener masa muscular y hacer algo de entrenamiento por intervalos (tipo HIIT, tonificación…). Puede que pensemos que nuestro nivel cardiovascular baje, por no poder correr, montar en bicicleta o nadar, pero no será tanto si haces algo de lo que hablamos en el párrafo anterior. Además si no hacíamos previamente ese tipo de trabajo nos veremos beneficiados con un «CORE» y unos músculos más fuertes de lo habitual y rendiremos más en cualquiera de los deportes en los que olvidamos el trabajo de tonificación. Lo mismo ocurre con los que solo entrenamos con pesas en el gimnasio, acudimos a clases específicas… Esta claro que en la variedad está el gusto y más en esta época en la que podemos cansarnos de hacer siempre los mismos entrenamientos. Debemos mantenernos fuertes y procurar buscar un hueco para hacer algo de ejercicio, te aseguramos que mantendrás la forma mejor de lo que piensas :).
Razón 2: Te sentirás más feliz
En momentos de estrés, necesitamos toda la ayuda que podamos conseguir. Eso es por lo que el ejercicio regular es la mejor cosa que podemos hacer. Entre los beneficios de la actividad física está la disminución del estrés, mejor sueño nocturno, menores tasas de depresión, aumento de la autoestima, etc. Sin embargo, una vez que estamos acostumbrados a ellos, es inevitable una caída si nos vemos forzados a parar de todo por cualquier razón. Por eso es tan importante que hagas todo el ejercicio que puedas (ya nos entendemos, no se trata de hacer bicicleta estática tres horas al la dice). Entre 20’ y 2 horas al día sería la duración idónea de un entrenamiento, pero eso depende del nivel de forma física de partida. Si no entrenas tantos días como lo venías haciendo anteriormente es entendible, pero busca no echar más de 2 días sin ejercitarte. Hay alternativas para todo el mundo, quien viva en una casa unifamiliar puede hacer ejercicio subiendo y bajando escaleras, trotando en ese pedazo de finca que tiene anexa… Para los que viven en pisos habrá que hacer circuitos de entrenamiento con material o utilizando una silla, una garrafa de agua… Lo importante es hacer algo, y siempre incluir una parte de cardio para liberar endorfinas y aumentar esa sensación de bienestar asociada a la actividad física.
Razón 3: Visión de conjunto
Puede ser difícil motivarse a uno mismo pues podemos sentir que nos han puestos una pared enfrente de esas cosas que habíamos planeado, pero no desesperemos. Lo único que necesitamos es fijarnos en el conjunto, ser optimistas y pensar que la situación actual se resolverá en algún momento. Tendremos ganas de salir, de echar de menos el tiempo en casa, de hacer más deporte… Por ejemplo, podemos plantearnos retos como ser capaz de correr tu primera carrera popular o apuntarnos a cualquier clase que no habíamos ido antes. Es importante, por tanto, establecer objetivos que nos ayuden a mantenernos en forma, sentir que entrenamos para algo. El estado de forma se va construyendo a lo largo de los años. La resistencia, la velocidad y la fuerza mejoran continua y lentamente, puede bajar ligeramente en épocas como la actual (porque no seamos capaces de entrenar normalmente), pero si no paramos, al retomar la actividad habitual seguiremos mejorando así que fuerza a todos. Nada dura eternamente, así que debemos mantener la perspectiva y hacer todo lo posible por mantenernos en forma y activos.
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